“Stéfano” de María Teresa Andruetto
Por Ester Liva
Stéfano de María Teresa Andruetto es una novela posible de ser leída, interpretada y disfrutada por personas de distintas edades.
Evocación, memoria y relato puesto en función de una atmósfera llena de imágenes que nos hacen avanzar y dar pasos hacia atrás para ir construyendo la identidad de un joven inmigrante, lleno de carencias que fluctúa entre los deseos de recuperar lo perdido y encontrar algo nuevo.
Toda la obra presenta una oscilación constante, repetida y hasta obstinada entre dos polos que pueden ser: el pasado y el presente, las partidas y las llegadas, el pueblo pequeño y la vastedad de la Pampa, lo perdido y lo encontrado, el movimiento constante del protagonista-su búsqueda-y la quietud o… el camino y el hogar.
Ausencia y presencia.(la madre vuelve cada noche con su voz y su presencia se hace más potente cuando se entera que va ser padre, y Ema es la receptora de toda su nostalgia y a la vez la que estará con él cuando llegue la quietud, el encuentro de su lugar.
Una mandolina expresa pena y soledad y a la vez representa la vuelta al hogar ¿a qué hogar? El que dejó atrás o el que está buscando?
El presente va ensamblado textos dentro de otros textos que llevan al pasado.
Desde el inicio se vislumbran dos planos y también la sensación de que hay un puente construyéndose lentamente desde ambas orillas: todo adquiere una fuerte significación en el entrelazamiento constante de dos mundos.
El cambio de las voces narradoras y de los tiempos del relato son estrategias que borran todo encasillamiento y apuestan al potencial literario.
Es una historia real, dura pero rica en cuanto a la poética del discurso que se va mostrando a través de gestos repetidos que golpean la memoria como las olas sobre las rocas, de la ternura en la voz materna que llama al protagonista con el diminutivo “Stefanín”, del juego triste que disimula la carencia con la pregunta: te vas a comer lo blanco o lo amarillo del huevo?, de aprendizajes y crecimiento, de decepciones , amistades, experiencias iniciáticas en las lídes del amor que van ayudando en el paso hacia la madurez, de autoconocimiento, de exploración del mundo interno del protagonista, de preguntas dolorosamente fuertes que parecen retóricas y que sin embargo se van respondiendo sutilmente en la trama del relato.
Los hilos invisibles están trazados con gran maestría en el relato y los vamos descubriendo como si estuviéramos quitando velos: La madre de Stéfano agitando sus manos, lejos… y la última recomendación: “busca a Chiara”, ya encaminan los pasos del protagonista hasta aquella puerta verde donde una jovencita de presillas en el pelo y vestido con flores abre por fin la puerta…
A través del camino largo y lleno de zozobras el tiempo es vasto y lento (subjetiva)
Sin embargo Stéfano tiene sólo 20 años. Esa búsqueda tal vez ha durado tres o cuatro años.
El tiempo real donde se aquieta esa búsqueda, allí donde está su hogar (Ema) donde el sosiego puede conjurar los dos tiempos y puede construir su mundo posible.
3 Comments:
Esta es la cita completita: Andruetto, María Teresa. Stefano. Buenos Aires, Sudamericana, 2004. Colección La pluma del gato / Juvenil. Existe edición anterior en la misma editorial (Colección Sudamericana Joven, 1997).
Queria darles este link que habla de Stefano como "uno de estos libros transformacionales". http://www.educared.org.ar/imaginaria/16/1/stefano.htm
Para finalizar les cuento que la autora Maria Teresa Andruetto estuvo en Ushuaia esta semana, en la tradicional y movilizante Feria del Libro.
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