Hace quince días, tres semanas o quién sabe cuanto tiempo me comprometí a escribir en este blog sobre literatura infantil. Es fácil, me acuerdo que pensé, nada me gusta más en la vida que los libros y escribir y nunca dejé de leer literatura infantil, así que no me resulta nada extraña. En definitiva la tarea no podía representar una verdadera dificultad. Sin embargo, sin que me entere cómo, se convirtió en algo casi imposible de hacer, nunca podía encontrar el tiempo necesario para sentarme frente a la computadora un rato a redactar un artículo. “No tengo tiempo para andar contado historias para chicos”, el signo es claro, en algún momento de mi vida me debo haber vuelto uno de esos adultos muy ocupados de los que nos hablaba
El Principito. En medio de todo esto parece que perdí mi capacidad para contar cuentos y para pensar en cosas de chicos. No puedo dejar de preguntarme qué se habrá hacho de todo este tiempo que perdí y que ya no encuentro.
Pero todo esto que cuento no es solo un excusa más, sino que se trata precisamente del tiempo (o más bien de su falta) de chicos y de aventuras el libro del que les quería contarles. Se llama
Momo y lo escribió Michael Ende (es una escritor alemán que también escribió la
Historia Interminable, el libro en el que están basadas las películas La Historia sin Fin I y II, que si no vieron o leyeron también les recomiendo enérgicamente). Como les contaba, Momo es el nombre de una nena que es la protagonista de esta historia que reúne todos los elementos que hacen interesante y divertido a un libro. La pequeña Momo vive en un anfiteatro en las afueras de una ciudad y lleva una vida apacible y divertida rodeada de sus amigos. A Momo lo que más le gusta en la vida son los cuentos y las historias que inventa junto con sus amigos. Pero de a poco, sus amigos empiezan a desaparecer, cada vez tienen menos tiempo para estar con ella y para contar historias.
Así empieza esta maravillosa búsqueda del tiempo robado en la que se ve envuelta Momo. Para ello se tiene que enfrentar con los hombres grises que son los responsables de los robos. Junto con una nueva amiga, la tortuga Casiopea, Momo vive las más fabulosas historias y también reflexiona sobre la naturaleza del tiempo.
La historia es una metáfora sobre nuestro mundo, sobre la vida actual en la que nos pasamos las horas corriendo, apurándonos y economizando el tiempo en lugar de vivirlo. Pero Ende es antes que nada, un narrador fantasioso y eso se traduce en la novela que es un libro lleno de aventuras, fantasías, peligros y sobretodo de imágenes (cuando lean sobre las flores del tiempo van a entender de lo que les hablo).
Le recomiendo este libro a lodos los chicos a los que les gusten los cuentos y las aventuras pero también que se animen a pensar en cosas tan difíciles como el tiempo. ¡Anímense y ayúdenme a buscar mi tiempo robado!
" -Madre, ¿cómo sabes que NO soy un perro?
